Sacudir el polvo de la superficie con un paño suave. Evitar cualquier tipo de humedad, ya que esto puede favorecer la aparición de hongos o manchas. No usar productos abrasivos, pulidores o con solventes para su limpieza. No tallar o cepillar la superficie para evitar dañar la estructura de las fibras No exponer directo al sol, esto puede provocar cambios en el color y la textura. Es importante considerar que debido a la naturaleza de los materiales utilizados en cada producto se pueden presentar variaciones en textura y el tono, sin significar que es un defecto.

Hacer modificaciones estructurales que alteren el diseño del producto así como el uso inadecuado de éste, puede causar lesiones graves o fatales. No arrastrar los productos para evitar daños estructurales y/o accidentes. Los productos con tornillos deberán ser apretados regularmente para asegurar su estabilidad. No superar el peso máximo recomendado