Niños + depa mini = sí se puede (y con estilo)
Tener poco espacio no significa renunciar al diseño. Solo hay que hacerlo jugar a tu favor.
Vivir en familia en un depa pequeño puede parecer misión imposible, pero la verdad es que con un poco de ingenio, todo cabe (incluso la calma). La clave está en elegir muebles multifuncionales, colores ligeros y materiales duraderos.
Las camas con cajones son oro puro. Los sofás con almacenaje interno, también. Y las mesas extensibles te salvan de improvisar un comedor infantil en la sala. Cada metro puede servir doble: juega con repisas altas, organizadores colgantes y cestas bonitas que oculten juguetes con dignidad.
El color hace magia: los tonos claros amplían, las texturas suaves relajan y la luz cálida une. No se trata de esconder la vida familiar, sino de integrarla al diseño. Los muebles con esquinas redondeadas, tapices lavables y materiales resistentes hacen que el estilo sobreviva al día a día (y a los plumones).
Tu casa puede tener risas, caos y belleza al mismo tiempo. Lo uno no cancela lo otro.
El ambiente de una casa vivida es tan natural como hermoso, la perfección con niños de por medio es imposible, relájate y no te agobies. La armonía de los habitantes es primordial y se logra cuando entendemos que las cosas y los espacios son para ser vividos, no solo observados.
Risas, juguetes y estilo pueden convivir en el mismo depa.
Piensa en grande, incluso si el depa es mini. Cada mueble que elijas debe tener una misión secreta: guardar, transformar o unir.
Así el espacio crece contigo, no contra ti.



