Espacios que hacen de todo (menos aburrirte)

Vivir solo también es aprender a sacarle jugo a cada metro. Tu sala ya no solo es sala: a veces es comedor, oficina o el lugar donde haces yoga entre llamadas. Y está bien. La clave está en elegir muebles versátiles que te sigan el ritmo sin perder el estilo.

Opta por piezas que cambien de función: una mesa de centro que permita trabajar también, un sofá cama listo para cuando cae visita o un buró que también sirve de escritorio. Las texturas suaves, los tonos neutros y una iluminación cálida ayudan a que los espacios se transformen sin chocar entre sí.

Pónle tu sello, tu casa adoptará tus aromas, tu personalidad y acabará por hablar de ti, darle ese sabor es una manera de presentarte a cada nuevo amigo o amiga que invitas a visitarte. No todo son muebles, libros, frazadas, cojines, artilugios de cocina, cada cosa expresa algo de ti.

No te limites al tamaño: los depas mini son laboratorios de creatividad. Si algo no cabe, se cuelga, se dobla o se desliza.