Cómo prepararte para recibir y disfrutar tus muebles nuevos desde el día uno
Llega el gran día: para recibir tus muebles, que no te agarre el caos entre cajas y emoción.
Pocas cosas se sienten tan bien como estrenar muebles. Ese olor a nuevo, la textura impecable, el “wow” cuando ves tu espacio transformado. Pero para que todo salga fluido, hay que prepararse.
Empieza despejando el área. Suena obvio, pero mover cajas y juguetes a último momento puede convertirse en caos instantáneo. Deja espacio libre y mide las puertas: que tu nuevo sofá no quede atrapado en el pasillo (ha pasado más veces de lo que crees).
Ten a la mano herramientas básicas: cutter, trapo suave, una extensión y, si puedes, alguien que te ayude a desempaquetar. No te apresures; quita los plásticos con calma y revisa cada pieza. Si algo no encaja o llega con detalle, repórtalo ese mismo día.
Y luego, el momento zen: acomoda, prueba, reacomoda. Mueve la luz, pon la música, y disfruta ese instante en que todo encaja. Porque estrenar muebles no es solo recibirlos: es empezar una nueva etapa en casa.
Deja reposar tu primera idea y prueba distintas opciones, no es necesario ser un experto en Feng Shui, el sentido común te irá indicando cómo luce más tu espacio. La circulación y los espacios libres son parte del equilibrio y la armonía; muchas veces, menos es más.
Estrenar muebles no es solo recibirlos: es diseñar cómo quieres vivirlos desde el día uno.
Guarda los empaques un par de días, por si necesitas devolver o ajustar algo.
Y aprovecha para reciclar el cartón: tus hijos pueden convertirlo en su nueva nave espacial.



